1/04/2013

voces y avatares



¿Alguna vez han sentido que no creen en lo que escriben? ¿Como si mirar al pasado la letra permaneciera suspendida en "¿ese era yo?" o un "¿esto pensaba?", un avatar lejano, desconocido y a la vez tan presente?

Al leer, aparecer como un ser desalojado de un recuerdo, en una escritura distante, extraña. A veces ni siquiera el tono es familiar. Una cosa totalmente escindida.

Empiezo a comprender la famosa fragmentación, a sentir algo de esa esquizofrenia y a rodear los "fantasmas" de la historia que nunca acaban. Brotes infinitos, enredaderas  que poseen en si mismos una pequeña ley, un modo de crecer ¿de convivir?

No se si aquello, la tranquilidad, la paz de las voces,  se puede sostener tanto tiempo. ¿Como mantener el equilibrio cuando una palabra amenaza a la otra? ¿puede algo tomar vida propia dentro del cuerpo y tornarse extraño para uno mismo? ¿auto-boicot o conocimiento? ¿auto-boicot y conocimiento?

Pelear con uno mismo en el coliseo de los avatares, partiendo por recordar por que están allí  y tratando de entender que, finalmente, no están encarcelados, que no están en un coliseo sino en una atmósfera verde que es el cuerpo. Alguien me dijo que un guerrero no debe combatir todo el tiempo, que su labor va más allá de la mera defensa.




Modos híbridos. (recordar.) Convivir.

1 comentario:

  1. Crees que has trabajado duro todos estos años para decir lo mismo y no ser cambiado?

    *Parafraseando a otra persona, por ahí, que seguramente conoces... y no eres tú ni yo.
    *Ni Rodrigo.

    ResponderEliminar