5/08/2011

Padre, huevo dañino , cortar

La neurosis por encontrar la mano de mi pater -esa ausencia trastocada que me lleva por carruseles macabros. Macabros como los del Mampato, con ponnies cansados- debe terminar. Gran mayoría de personas rellenan esa forma con un solo grito. con gritos mi padre se hizo presente a los nueve. Los gritos, gritos, hablar más fuerte, la discusión, quien discuta es mi padre y por eso me vuelvo un huevo latente. Como aquella vez que preguntaron mi nombre y conteste "vevo dañino", aunque por esas fechas yo tenía como dos.
Del huevo al dañino y vino la violencia, la violencia contra el huevo, dañino huevo, la coraza violenta/violentada. Y mi padre seguía ahí, ausente, otra vez.
Reemplazos, reemplazos, reemplazos de cuerpos ahí, ese X rellenable que es mi padre. Mi amor que es mi padre. Ya no más.




(No puedo sino ser participe de este escenario al que asisto cada vez que salgo de la pantalla y me siento en la butaca... cambie(o) la cinta!)