Asaltando las memorias: un
botín pesado e
desintegrable...
revovinando colecciones de olores...
comprandote en un local de mala muerte...
Cuando el maldito envoltorio nos
prometía tanto...
quise no recurrir a un vertedero...
aunque el intento fue en vano...
entre los cuerpos desechados...
nos reciclamos una y mil veces...
y
así nos convertimos en otros...
enternecidos por el movimiento
de las caricias maquinarias...
nos perdimos en la muerte...
yacemos momificadas
en el beso
plástico de nuestra reminiscencia...