8/11/2011

a propósito de The Velvet Underground.

Femme Fatale es como para caer en un laberinto sin himen, un abismo sin himen...con recuerdos entre mezclados, de cuerpos y sonrisas, de rush, de ojos pequeños . Un rimel corrido y piel sudorosa, un poco de todo. Caer en los brazos de un momento intransigente, mudo, en la felicidad nimia, naive y espumosa hasta la ceguera; algo así como el amor, el deseo enfermo de ser a-cogido. A lo último, la suma de que en realidad honey...eras un encanto, pequeño pedacito de dulzura, cubierto -por supuesto- de algún residuo de los sabores. Pastoso el trago , no el cliche amargo, no, seco, seco como los dedos con polvo. Parte de mi ideal, y la plusvalía de mi deseo. Nunca pude tocarte. En lo real, ni tu misma estas, por que se huele el malestar: en el rostro, en el gesto, en los lapsus. Ahí pequeña es que el navío queda cautivo. La melancolía -queweamáscliché- de la mirada disconforme es el canto para Ulises. Ese weón caliente, ese weón enamorado y caliente, un voyeaur, Narciso de su propio deseo, sin siquiera mirar. Sentir pensaba ...sentir sentía. Iluso. Vas a ser comido por una sirena y su séquito de avatares: la disculpa, la manipulación, la indiferencia y la calentura. Y la hermana perdida, el amor , está encerrada en el manicomio del Ello, la muy pobrecita vive como la mujer gallina. Y tu piensas que vale la pena? El mundo está cagado. Los espíritus más rotos y las piernas más sedientas de nada.

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